El espejismo de la privacidad digital
Creer que navegamos anónimos es un autoengaño sofisticado. Muchos confían en que navegadores como LibreWolf (el cual uso), Tor o Brave son pequeños escudos mágicos que nos convierten en fantasmas
Todo tiene una razón de ser
Creer que navegamos anónimos es un autoengaño sofisticado. Muchos confían en que navegadores como LibreWolf (el cual uso), Tor o Brave son pequeños escudos mágicos que nos convierten en fantasmas