Mi nostalgia la definiría por mi propia cuenta como algo que va y viene, ella se acerca por temporadas y desaparece por su propia cuenta (o eso pareciera) no sé a ciencia cierta de que se trata.
Año tras año sigo sintiéndome más vacío sin saber que es lo que me falta, simplemente resaltando el por qué. Es normal que cuando esto empieza me aleje más de las personas cercanas o amigos, me alejo a tal punto de perder comunicación con ellos por bastante tiempo y en ocasiones la propia amistad.
Se pensaría que por tener grades interacciones sea una persona muy social y con bastantes amigos, pero no es así… con el tiempo he perdido amigos de confianza con los cuales podía hablar libremente. Al día de hoy solo cuento con unos cuantos amigos de extrema confianza, el resto son colados que intentan acercase a esa confianza con otras intensiones o algún tipo de interés negativo.
Con el tiempo he perdido empatía con el resto del mundo debido a duras experiencias, finalmente se confirma “la humanidad te cambia; cuando se deja de ser “humano”/sientiente muere la misma”.
El ser humano no es capaz de convivir entre si en paz.
La nostalgia se hace aún mayor, toda mi lista de reproducción está llena de música bastante triste y con una letras un tanto profundas, esto no ayuda para nada y lo sé, pero al menos calma el ruido intenso de mis pensamientos por algo menos peor.
Mientras escribo estas lineas estoy sentado en las escalas del metro escuchando una canción que me recuerda a mi difunto hermano, con el cual recorría largos trayectos en cicla. En este momento está lloviendo y … un pensamiento flojo.
Una nostalgia que trae recuerdos tristes y dolorosos acompañados de lágrimas.
Todavía me acuerdo de un inusual vídeo en Facebook, el cuál definía la nostalgia en muchas cosas, desde tomarte un café y recordar a tu madre, hasta recordar en la llovizna esos días obscuros y de encierro total.
Aún me acuerdo de una película que en su tiempo me hizo sentir bastante mal, por sus tristes escenas, esta película es; “El extraño caso de Benjamín buttóm”. Una película que jamás olvidaré y con la cual me identifico bastante… me siento como su protagonista, el cual no tenía un rumbo fijo, esto le atrajo bastante soledad y nostalgia e preguntas recurrentes en algunas escenas que frecuentaba la nula casualidad de su vida.
En ocasiones simplemente salgo de casa sin un rumbo fijo para desestresarme y relajarme un poco, pero esto se convierte en fuertes recuerdos de lado de otras personas que ya no están a mi lado, mismas que frecuentaban las mismas calles por las que ahora recurro en soledad.
La vida solo tiene sentido yendo hacia atrás, pero hay que vivirla hacia adelante.
La vida da muchos giros, conoces bastantes personas con historias inolvidables, pero la vida te las quita y solo te quedas ahí con una sonrisa e historias que contar.
Sólo queda seguir sin un rumbo fijo... al menos hasta que nos vayamos.