Recordar es vivir y con esta serie de artículos me estoy dando cuenta de ello. Es volver a aquellos momentos en los que sentía orgullo por mi uniforme y por lo que hacía. Además, de haber sentido emociones y experiencias que solo alguien que haya pertenecido a la fuerza sabrá interpretar. De lo contrario, solo será una percepción general más. Aclaro que, por obvias razones, tengo que omitir algunas partes y datos, también para que no sea tan aburrido de leer. Por ende, intento resumir las historias al máximo sin perder el realismo de la situación en ese momento.
Para tender este artículo es de suma importancia leer la PARTE 1, es obligatorio para entrar en contexto.
Punto nro 1🪖: 5’45’11’N 75°36’29°2 El municipio de La Pintada fue la mejor zona que conocí mientras patrullaba con la fuerza pública. De hecho, fue allí donde conocí a mi primer amor de verdad, una funcionaria pública nativa de ese lugar que es extremadamente inteligente y físicamente hermosa, como una diosa. Pudimos salir en varias ocasiones, pero la distancia fue lo que nos separó. El caso es que este territorio, a pesar de ser una tierra caliente, también tiene mucha gente con temperamentos fuertes, lo que se podría interpretar como una zona conflictiva.
Nuestras operaciones en ese municipio fueron constantes. Participé en las grandes persecuciones a vendedores y consumidores de vicio, al punto de que ya era reconocido en la zona por quitar las sustancias alucinógenas y machacarlas con mis botas. Esto les dolía a los consumidores, pero a mí me satisfacía hacerlo. A pesar de todo, era consciente de ese comportamiento, pero no toleraba en absoluto a quienes consumían cerca de los niños, ya sea en parques, colegios o zonas cercanas. Con ese tipo de personas no mostraba ningún tipo de respeto y era a ellos a quienes más contundentemente trataba. Durante el día era un hombre sonriente, pero por la noche me convertía en Batman con sed de cazar delincuentes. Fue eso lo que me dio tantos resultados allí.
Junto al ESMAD (Mobile Anti-Disturbance Squadron) limpiamos una zona que fue ocupada ilegalmente por gente inescrupulosa, misma con las que tuvimos contacto directo, pero finalmente logramos desalojar 5’44’47’N 75°36’09°W, no es algo que me llenara de felicidades hacer, pero era el trabajo sucio que alguien tenía que hacer para el Estado, aun así, era propiedad de alguien más, que se había esforzado por conseguir y no era justo que alguien lo ocupara ilegalmente sin ningún tipo de retroactivo.
Una de las peores experiencias que recuerdo fue en la ubicación 5’44’22’N 75°36’00°W en donde tuvimos una persecución que duró todo un día y prácticamente por todo el municipio. Resulta que ese día estábamos descansando, de la nada el comandante de estación de policía nos llamó a pedirnos apoyo debido a que unos policías que se encontraban en control en uno de los barrios de la zona habían sido hostigados por bandas criminales, por lo que rápidamente nos dirigimos a la zona. Justo cuando llegamos, fuimos recibidos a disparos. Éramos prácticamente 4 soldados y 3 patrulleros contra varios individuos armados que nos disparaban desde los tejados… Recuerdo bien que ese día me refugié detrás de la patrulla, mientras escuchaba tiros por todos lados. Nuestra orden era “no disparar” debido al calibre de nuestros fusiles, que no estaba diseñado para la zona y podía ser peligroso, pero al estar mi vida en juego, no lo pensé dos veces.
Respira, ¡respira fuego!” Mientras me encontraba detrás de la patrulla, pude ver el reflejo en el suelo de alguien saliendo a disparar desde el tejado hacia la zona donde se encontraban los policías. En ese momento, me asomé rápidamente y solté tres disparos. Creí que uno había impactado al bandido, quien cayó al suelo y fue reportado como baja en combate. Para mi sorpresa y salvación (me iban a iniciar un proceso por tal acción), no fui yo quien le alcanzó, sino una patrullera que se encontraba cerca de mí y ya estaba herida. Su disparo fue una salvación y un descanso del cual no me olvidaré. ¿Qué pasó luego? La gente nos miraba con odio. Los familiares enterraron al individuo y nos culpaban de su muerte sin saber lo que ocurrió ese día. Aun así, preferimos guardar respeto y alejarnos.
La persecución más larga que tuve, en la cual había agua de por medio como se puede ver en la captura, fue en la zona señalada por la flecha roja. Tuvimos que cruzar por ahí para alcanzar y capturar al resto de los bandidos que huían. Durante ese intento, también estuve cerca de morir, ya que no sabía nadar mucho o casi nada. Me dirigí hacia las partes más bajas del río, pero rápidamente fui arrastrado hacia una parte profunda. En ese momento, las botas pesaron mientras el fusil me daba vueltas en el cuello. Llegué a creer que iba a morir… pero gracias al comandante pude ser rescatado de esa situación complicada; un recuerdo amargo.
Recuerdo también de aquella zona las coordenadas 5’44’45’N 75°37’08’W, donde había un individuo civil que formo parte de un grupo armado y conocía a todos los miembros que aún estaban activos. Este individuo nos propuso que le diéramos algo a cambio para que nos señalara a todos los que aún estaban activos en bandas delincuenciales, y así pudiéramos eliminarlos (algo similar a lo ocurrido en los casos de falsos positivos). Sin embargo, rechacé firmemente esta propuesta y lo mismo hizo mi tropa.
Espero que no se agobien, son muchas coordenadas en un solo punto y eso que omito otras cuestiones.
Punto nro 2🪖: 5’53’48’N 75°12’44°W La minería ilegal es uno de esos males que no solo afecta a un grupo de personas, sino a todo el mundo debido a su alto nivel de contaminación en el área. Su maquinaria ensucia las aguas, destruye tierras y desaloja a personas, todo por la sed de oro. En esta ubicación me tocó cumplir una misión de un solo día, una que nunca creí ser capaz de sobrevivir. ¿Por qué? No era tanto por el riesgo. Caminamos kilómetros y kilómetros por trochas y montes para destruir una maquinaria reportada, pero el regreso era un gran desafío. Fueron 14 horas constantes de patrullaje, y mis pies no respondían. Lo único que llevaba era agua y sal. Nadie quería quedarse atrás, todos se alentaban a continuar, pero iban en busca de su salvación, ¡la salida! Por lo tanto, era común ver a compañeros cruzarse, animarse, adelantarse y desaparecer.
Llegué a un punto del camino de regreso donde los calambres eran tan intensos que me tiraron al suelo y me decía a mí mismo: “Si no continúo, ¿quién me ayudará?” Nadie, así que empecé a arrastrarme con mis manos. Luego descubrí una técnica mejor: corría durante varios metros, me dejaba caer al suelo para descansar y luego volvía a repetir lo mismo. Créanme, estaba completamente inmovilizado, pero de esta manera fue como logré salir con vida de allí. Lo mejor de todo es que fui el cuarto en llegar, de los 12 que asistieron (no tuve una resistencia tan mala).
Punto nro 3🪖: 5’41’59’N 75°04’48°W Debido a esta experiencia es que creó en la democracia en Colombia y es que, personalmente, me tocó cubrir las votaciones de un caserío en el municipio de Argelia, una de las peores experiencias que puedo resumir: 5 días caminando sin parar, el comandante de batallón exigiendo llegar rápido para armar las mesas de votación a tiempo el día señalado, mientras nosotros no parábamos, bajo la lluvia, el sol y las inclemencias del terreno donde el lodo nos llegaba a las rodillas y nos consumía. Aun así, luchábamos por llegar y cumplir con nuestra misión institucional para que un grupo de colombianos ejerciera su derecho al voto. El caso es que, después de tanto sufrir por llegar, lo logramos. ¿Adivinen cuántos votaron? Solo 5 personas. Personalmente, yo pensaba “no vale la pena”, pero si pensamos democráticamente, cada voto cuenta… eso sí, el Estado también es un miserable. Los entes reguladores de la registraduría llegaron en helicóptero mientras nosotros nos matábamos por llegar a la zona. Muy injusto (así cómo llegamos, nos regresamos).
Punto nro 4🪖: 5’57’55’N 75°06’18°W San Francisco me atrevo a decir que fue el municipio por el que más patrulle, incluidos todos sus corregimientos, un lugar de ensueño para los paramilitares: hermosas mujeres, buena ubicación, buen alcohol y etc. De hecho, en donde cogimos la plantación de marihuana más grande de la zona 5’56’56’N 75°05’25°W.
Una locura de lugar donde abunda la marihuana, las brujas y las armas. Dato curioso: la placa militar que está en el centro del pueblo fue puesta por nosotros, en honor a nuestro servicio. Gracias.
¡La capital de la Coca!
Punto nro 5🪖: 5’48’28’N 74°58’37°W Llegando a este punto la situación se torna mucho más complicada, estoy exponiendo material que alguien JAMÁS ha expuesto en la red u otros lugares, fueron las zonas por las que patrulle en donde tuvimos enfrentamientos; erradicamos por lo menos 5-10 hectáreas de coca y aun así, eso era un 40% de la Coca que había en el lugar que pudimos conocer, por lo que subiré una captura señalando todos los puntos donde hay coca, el suficiente cómo para abastecer a toda España.
Nota: Por si las dudas, los parches en las montañas son debido a que esos cultivadores queman una zona en concreto para sembrar coca, al quitarla o erradicarla queda el pedazo de terreno inutilizable, ya que es una mata muy potente, por ello la distintiva tonalidad en dicho mapa.
Sin más, cómo bien dicen, ¡el resto es historia! Gracias por leer.
Nota legal aclaratoria
La siguiente declaración tiene como propósito aclarar el contenido de este artículo con coordenadas relacionado con mis participaciones en operaciones con las FF.MM. Quiero dejar claro que mis expresiones son de carácter personal y en ningún momento pretenden exponer al Estado ni a sus organizaciones a situaciones legales.
El presente artículo tiene un enfoque meramente informativo y describe mis experiencias y opiniones personales en relación con dichas operaciones. Cualquier referencia o mención a instituciones, organismos gubernamentales o individuos es con fines ilustrativos y no debe interpretarse como una acusación, implicación o exposición legal.
Además, es importante destacar que cualquier información proporcionada en este artículo no debe ser utilizada como evidencia o prueba en procesos legales.
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Atentamente, GatoOscuro.