La poesía en el cine puede ser una forma de explorar temas más amplios, como la identidad, la cultura y la sociedad. De cierta forma, es una explosión artística la combinación de ambas escenas, de ahí a que se vean resultados en producciones de alta calidad, como por ejemplo: “La veduta luminosa”, “La profesora de parvulario”, “Neruda” y “La importancia de llamarse Oscar Wilde”. Quien haya podido terminarse cada una de las mencionadas sabe a qué me refiero.
Ahora, puede que algunos estén sorprendidos por el título y estén pensando: ¿Y ahora qué contará este sujeto? Y efectivamente, son de esos artículos que no suelo escribir muy a menudo, ya que pertenecen a una línea de “libertad de pensamiento”. En este espacio, intento no autocensurarme al escribir, puesto que hay temas sobre los que no se puede hablar, tanto física como digitalmente, y eso está claro para mí. Sin embargo, en mi caso, trato de darle un trasfondo filosófico al asunto. ¿Y en este caso, cuál es? Vamos allá.
Hay una cosa que no todo el mundo admite y es el consumo de contenido para adultos. Antes de que vengan a descalificarme y pretender ser moralmente superiores, tengan en cuenta que la pornografía es un tema que ha experimentado un aumento significativo en el consumo a nivel mundial en los últimos años. Según Pornhub, la plataforma de contenido para adultos más grande, se registraron más de 42.000 millones de visitas en todo el mundo en 2019 y sigue siendo una de las industrias que más facturan anualmente, con cifras de 60.000 millones de dólares por año (2017) por lo que aún sigue siendo un negocio rentable y en constante crecimiento.
Últimamente, descubrí una sesión muy curiosa en los vídeos para adultos y es la caja de comentarios, en donde dejé de prestarle atención a los vídeos en sí y pasé a leer a los diferentes usuarios, algunos con comentarios grotescos, cómo otros que nada tienen que ver con la temática del sitio y cada vez son más comunes en la plataforma, a lo que me pregunté: ¿y eso dónde surgió? ¿Qué tiene que ver? A lo que, después de indagar mucho, encontré algunas «explicaciones» con respecto a tales actos. Eso sí, nadie sabe de dónde ha surgido esa gracia, pero de que es interesante, lo es.
Llegue a leer en un vídeo random lo siguiente:
“Si te vas a ir, llévate todo
no olvides nada en el sofá
guarda en tus maletas los recuerdos
aquellos que llegaste amar.
llévate contigo tus temores ,
tu llanto y tu risa cristalina
no dejes nada en mi vida marchita,
ahora que llega a su final – Gerardo Postmortem“.
Cuestión que me deja dos conclusiones a parantes, siendo:
- Tabú y transgresión: En algunos casos, la publicación de poesía en vídeos para adultos puede ser una forma de desafiar normas sociales y culturales establecidas. Poder combinar contenido considerado como tabú, como el adulto, con una forma de arte más tradicional, puede buscar provocar y generar debate.
- Expresión artística: Para algunos usuarios, la poesía puede ser una forma de expresión artística y la combinación con contenido para adultos puede ser parte de su estilo personal y creativo.
En el ámbito psicológico, el consumo excesivo de pornografía puede llevar a una serie de problemas. Por un lado, puede generar sentimientos de culpabilidad y vergüenza, especialmente si el individuo no puede satisfacer sexualmente a su pareja. Por otro lado, puede afectar la autoestima y el estado de ánimo del individuo… debido ello es que me da la impresión que hay muchos poetas ocultos en las penumbras de Internet, ¿o ustedes que creen? Quizás puede ser algo poco relevante para algunos, pero en mi caso me siento identificado en un grado de coincidencia.