Esta cuestión me empezó a surgir un día que un maestro nos hacía comparaciones y ejemplos, cuando llego el comentario: “¡un preso puede estar encerrado, pero ser feliz!” ¿Es esto posible? Para entender esto mejor, primero vamos a los conceptos que tenemos sobre felicidad y libertad:
Libertad: El estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos.
Felicidad: La felicidad es una emoción que se produce en un ser vivo cuando cree haber alcanzado una meta deseada.
Teniendo en cuenta estos dos conceptos y un caso hipotético con el preso que se menciona al principio: Podría ser un sujeto que termino en la cárcel por vengarse de alguien que le hizo algo muy malo y este le cobro con la mismísima vida, así que podemos decir que el preso es feliz; estaría satisfecho por cumplir con su cometido más no estaría libre… seguramente sea una felicidad no muy larga, pero la tendrá.
Agrego: es un ejemplo fuerte, lo sé… pero se entiende demasiado bien el concepto o eso espero y aplica para todos los casos.
He discutido con alguien más sobre este caso y la respuesta resumida ha sido: “No creo que un acto negativo pueda traer verdadera felicidad”.
Este tipo de casos hipotéticos y cuestiones, suelen ser muy confusos y extensos por los puntos de vistas que solemos tener y analizar, pero al final se suelen llegar a la misma conclusión con cierto margen de error. Si leíste esto; me gustaría ver tu punto de vista.
Agrego: Nuestras celdas y encierros van más allá del plano físico, también somos presos mentales, somos presos de un sistema y un largo etc, depende de ti ser libre… sentirte fuera de dicha jaula vacía, esa es la cuestión ¿ser o estar? Les dejó esa duda.