El susurro que quedó en la red – En honor a Lupe

Llevo un par de años con un sinsabor. Por más que intento imaginar otros escenarios agradables, continúo con el mismo disgusto existencial, como si algo se hubiese quedado suspendido en pausa. ¿Cómo se explica la ausencia de alguien que conociste en Internet, que se hizo querer tanto que terminó ganándose un espacio legítimo en ti… para luego desaparecer, sin una despedida, sin una señal, sin un cierre? ¿Cómo se verbaliza ese tipo de duelo cuando ni siquiera sabés si es válido tenerlo?

Este artículo me lo debía desde hace tiempo, pero no sé por qué apenas ahora vengo a “intentarlo” escribir. Supongo que tengo algunas ideas de lo que pasó, o de lo que simplemente no sucedió. Entre bloqueos creativos, aislamiento voluntario y un silencio que se me volvió rutina, dejé que el tiempo corriera sin detenerme a mirar atrás… hasta que lo hice. Y entonces noté que ya era demasiado tarde. Que había perdido a alguien muy especial sin haberle dedicado una sola letra. Hasta ahora.

La protagonista de esta historia es Lu, Lupe, Localiteral. O como realmente se llama: Guadalupe Domínguez. Escritora, poeta, autora mexicana a la que conocí en Mastodon hace unos años. “Loca por vocación, escritora por salud mental”, solía decir con esa mezcla de ironía y sinceridad descarnada que tan bien le salía. Aguda. Brillante. Honesta. Para ese entonces, yo habia tenido mi éxodo en Mastodon en cuanto a la moderación, y no pasó mucho hasta que nos encontráramos digitalmente, nos siguiéramos, y termináramos intercambiando textos, impulsos y mensajes con la frecuencia que solo se da entre quienes realmente se entienden.

Una persona bastante especial.

Fue tanto el aprecio y la conexión que decidí ofrecerle un espacio propio, un archivo digital donde su voz no tuviera que depender de algoritmos ni plataformas efímeras. Así nació https://localiteral.gatooscuro.xyz/, un sitio que aún hoy se resiste al olvido, que guarda sus textos como si supiera que un día ella volverá a leerlos. Guadalupe ya traía una historia larga consigo; había migrado de espacio en espacio, borrado más de lo que conservaba, y apenas quedaban rastros de lo que una vez fue una obra mucho más amplia. 

Es curioso, porque su blog aún me da señales de vida. Semanalmente, como si tuviera voluntad propia, me lanza un recordatorio sutil, casi humano: “Oye, todavía sigo acá, échame un ojo”. Y, claro, cuando puedo, entro. Reviso que todo esté en orden, que las actualizaciones funcionen, que el sitio siga latiendo en su pequeña esquina de la red. Porque ese archivo —más que digital— es memoria. Y como toda memoria valiosa, necesita ser cuidada para no disolverse en el olvido.

Cabe decirlo: el contenido siempre será suyo. Así lo dejó en claro en su nota de licencia, tan ella como todo lo que escribía:

“Mi aclaración Creative Commons: pueden mirar, descargar, compartir y ponerle a la vecina a las tres de la mañana lo que escribo aquí sin ningún problema, pero por favor digan que es mío. Y si deciden venderlo, móchense con una parte (soy pobre y compartir ganancias es una forma de lograr que los proyectos de aquí sobrevivan). Los quiero”.

La sigo escuchando en ese tono, entre mordaz y tierno, riéndose de su precariedad con la misma fuerza con la que escribía. Y no puedo evitar repetirme mentalmente: es extraño. Porque conocí a alguien que se parecía tanto a mí que no hizo falta explicar nada. Nos entendíamos. Y ahora tengo el honor —y el peso— de sostener su rincón, de mantenerlo respirando en lo técnico, y vivo en lo simbólico. Con la esperanza, intacta aunque desvanecida, de que algún día vuelva. Porque nunca he descartado que eso ocurra. Nunca.

Una poeta.

Su última publicación en Mastodon fue el 17 de agosto de 2023. Un podcast. Una lectura hermosa, con su inconfundible voz, de un capítulo de El Hijo, de Lois Lowry. Vibrante, como siempre. ¿Quién iba a pensar que ese sería su último suspiro digital? Desde entonces: nada. Silencio absoluto. Ni una línea más, ni una reacción. Solo especulaciones que nunca se confirman. Y esa pregunta absurda que vuelve de cuando en cuando: ¿dónde estás, Lupe?

Fragmentos destacados de sus escritos

No estaba muerta, andaba de escapada / Publicado originalmente el 15 de abril de 2023

Cita destacada:

“Digamos, entonces, que el mundo es un lugar más aterrador de lo que yo creía a los 28, y que aparentemente escribir poesía es un acto revolucionario. Que cuando me di cuenta no dejé de hacerlo, sino que ataqué con más ímpetu, y que la conclusión obvia a la que la vida me llevó fue que había sido mala idea ir a la guerra sin pistola… literalmente. No llevaba ni un cuchillito de plástico, qué vamos a hacerle“.


Volver al mundo está costando lo suyo / Publicado originalmente el 7 de mayo de 2023

Cita destacada:

“Tengo pocas convicciones tan aferradas a mi mollera que me lleven a la revolución o a las armas. De hecho, probablemente sólo haya una: creo y siempre he creído que vale la pena defender la libertad de expresión con la sangre y con la vida. Es decir que la censura es mi criptonita, sólo que en vez de debilitarme me pone en modo guerrero salvaje“.


Hoy voy a salir del clóset / Publicado originalmente el 8 de mayo de 2023

Cita destacada:

“He aprendido con el tiempo que uno se hace adulto cuando empieza a guardar secretos. […] Resulta que, en ocasiones, puedes volverte políticamente incorrecta por hacer lo correcto, y entonces, más que en ningún otro momento, tu vida corre peligro. Porque la gente puede perdonarte que seas, para sonar como abuelita, “de cascos ligeros”, de moral dudosa, de gusto evidente por lo ajeno, pero nunca perdonará que hagas lo que ellos, en su fuero interno, consideran que deberían estar haciendo.”


Mis cuadernos de poesía son un camino terrorífico / Publicado originalmente el 8 de mayo de 2023

Cita destacada:

“Abrir la puerta de ese cuaderno, entonces, está siendo una experiencia más bien terrorífica. No sé qué me asombra más, si que haya yo escrito esos viejos poemas o que de alguna manera haya encontrado la fuerza para seguir viviendo con ellos, a pesar de ellos.”


La loca que se subió a mi barquito náufrago / Publicado originalmente el 10 de mayo de 2023

Cita destacada:

“Sin mamá, hay que decirlo para que quede claro, yo no habría sobrevivido ni quince minutos. Como una demente (ahora entiendo de dónde saqué mi legendaria locura) se subió a mi barquita sin remos y navegó conmigo a través de los huracanes que, uno tras otro, llegaron a partir de entonces.”


Cupido necesita anteojos / Publicado originalmente el 27 de mayo de 2023

Cita destacada:

“Qué bonito es tener más de treinta y saltarte los dramas y los anuncios de finales del mundo que nunca acontecen cuando el amor se acaba. Saber que seguirás viva, y feliz, dure el amor o no dure. Que hay amores que duran poco, y sin embargo vale la pena vivirlos, porque son suspiros golosos en el viento que acompañan las tardes grises. Porque un buen recuerdo bien vale algún tiempo sufriendo la ausencia de ése al que se quiso.”

En relación a tal artículo.

¿Para qué sirve la poesía? / Publicado originalmente el 3 de junio de 2023

Cita destacada:

“Yo creo que por eso en las dictaduras, los poetas siempre somos los primeros a los que matan.”


Picarle los ojos al monstruo no es un pasatiempo (11 de junio de 2023)

Cita destacada:

“La diferencia entre los nuevos activistas, entusiastas y bondadosos, y los revolucionarios de carrera larga, es que uno hace callo y se acostumbra a levantarse de la derrota. Mientras alguien, en alguna parte, se levante y vuelva a intentarlo, la guerra no se habrá perdido.”


El mensajero / Publicado originalmente el 13 de junio de 2023

Cita destacada:

“Pensé que era un Arquitecto, que venía a construir con su entusiasmo y su presencia todo un mundo nuevo, con arenas y playas y bosques y desiertos. […] Pero estaba equivocada: Él es un Mensajero, que vino fugaz a recordarme quién era yo hace tiempo, cuando no había aquí persecuciones ni dictadores, espías ni cámaras.”

Al final se sintió como una dedicatoria.

El límite de mi tolerancia / Publicado el 24 de junio de 2023

Cita destacada:

“No somos, y nunca hemos sido los agachados. No somos, y nunca hemos sido los conquistados. Somos los duros, los bravos, los revolucionarios que sabemos también vivir en paz.”

De agregar que Lupe le dio vida a mi poesía fatalista, nunca antes había quedado tan satisfecho con una colaboración. Me acuerdo como si hubiera sido ayer: le propuse la idea, no lo pensó dos veces, tampoco tardó mucho y luego me devolvió el resultado… Quedé impactado. Sin tener que decirle cómo lo quería, sacó un resultado tal y como me lo imaginaba. Esa poesía me la llevaré hasta el final de mis días. Gracias, Lupe.

¿Dónde estás, Lupe?

Resolver esta inquietud es un poco imposible debido a su carácter efímero, y también por la poca información que pude recolectar de ella. A eso le sumamos que ni siquiera es de mi nacionalidad —siendo del exterior (en este caso, México)—, lo que hace mucho más difícil dar con una respuesta. Aunque… soy de esas personas que nunca pueden quedarse quietas, por ende, basado en los conocimientos que poseo, decidí investigar un poco con los mínimos detalles que tenía de ella y, pues, sí… logré encontrar algunas pistas. Pero ¿saben algo? Este es de esos casos particulares en los que, entre más me adentro, más dudas salen a flote… y es algo frustrante. Para resumir.

  • Su libro Clandestino aún sigue a la venta bajo la plataforma de Lulu.com, cuyo CEO es el cofundador de Red Hat, Bob Young. En sí, es una plataforma estadounidense, por lo que descarto poder obtener algún dato directamente desde allí, aunque su venta continúa activa (lo cual podría ser una señal de actividad). Debería levantar algún ticket y verificar al respecto… lo pensaré.
  • Me encontré con el resto de sus antiguas redes sociales, entre ellas un blog tipo tablón de imágenes donde tiene algunos escritos de carácter personal y político, el mismo tema por el cual, en algún momento, le atribuí su desaparición. Ya me comentaba que se movía con delicadeza en tales corrientes (y más siendo en México), por lo que haré una copia en Internet Archive para mantenerlo con vida, junto con sus memorias.
  • Su X y Facebook no los enlazaré por respeto a su privacidad (aunque siempre los mantuvo abiertos al público), pero sí he encontrado uno que otro detalle que me deja mucho que pensar respecto a su estilo de vida y su práctica política… En realidad, como mencioné anteriormente: demasiadas preguntas y pocas respuestas. Por lo menos sé que su última publicación fue el 16 de junio de 2022, lo que me da a entender que su última actividad en toda la red fue durante su etapa en Mastodon. Desde allí, se retiró completamente.
  • Su actividad más vinculada a la poesía y las letras era constante y pública, especialmente en la Ciudad de México, concretamente en el Museo de Notarías, en Avenida Juárez, frente al Hemiciclo. Viendo su cronología de charlas, era muy frecuente su presencia en ese lugar. Por lo tanto, si eres de Ciudad de México y estás cerca, apóyala y dale un saludo de mi parte; quizás tengas la posibilidad de toparte con ella.
Lugar en donde realiza sus actos públicos de poesía.
Sitio de relación que utilice para cerrar marcación.
  • Tenía registro de tres direcciones IP que me dieron un rango más amplio de geolocalización. Realmente este punto habría tenido más relevancia si no hubiera dado con otros detalles que me permitieron cerrar el círculo casi en un 98%. Anexaré una imagen de cómo estaba ubicado al inicio, cuando comencé el rastro, para que se hagan una idea.
Por medio del seguimiento de las tres IPs que poseía pude obtener un margen aproximado que pude ir cerrando más y más hasta lograr con el lugar indicado de uno de sus lugares de audición.
  • En algún momento tuve acceso a dos de sus números de emergencia, pero… siempre contesta alguien que es familiar. No da muchos detalles, pero dice que le hará llegar mi mensaje (nunca obtengo respuesta). Esto, al menos, me da un indicio: que se encuentra con vida y que podría estar, en cierta medida, bien… Eso sí, debo recalcar que mi última llamada fue hace dos años. Al momento de escribir esto ya es de madrugada; intentaré marcar durante la tarde/noche para ver qué información me dan sobre su estado actual (si es que acceden). No sé si es por cultura o porque soy extranjero, pero son algo desconfiados.

La verdad, si me preguntan sobre ¿Qué pretendo lograr con esto? La respuesta es sencilla: quiero mantener viva su memoria. Este texto no es solo un tributo, es una deuda pendiente que arrastro desde hace años, un gesto de cariño hacia alguien cuya ausencia se volvió demasiado ruidosa. A veces, escribir es la única manera que tenemos de abrazar a quienes ya no están, o quizás nunca dejaron de estar del todo.

Y si por casualidad alguien cercano a ella lee estas líneas y sabe algo —o si ella misma, entre la niebla del mundo, llega a toparse con este rincón— que sepa que desde aquí se le quiere. Que no la hemos olvidado. Que este extraño intento detectivesco no es otra cosa que una forma de amor, de respeto, y de fe.

Porque hay personas que, incluso en silencio, siguen diciéndonos cosas. Y yo solo estoy tratando de escucharlas.

¡Muchas gracias por leer! Quedo atento a cualquier aporte y/o corrección; saludos. 

Lupe y su madre; máxima ternura en una sola imagen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *