Nunca una frase había cobrado tanto sentido para mí, y es que, desde que compré mi motocicleta Xpulse 200 4V, me enteré de la cruda realidad de ser un principiante. Es aquí cuando las buñueladas se apoderan de ti, y con ello me refiero a las “caídas o acciones tontas conduciendo”, así se les dice aquí en Colombia.
Es la primera vez en mi vida que propiamente puedo manejar un automotor por mi cuenta, y bueno, debo decir que las clases de conducción que se dan aquí son muy suaves; se centran demasiado en lo teórico y, en la práctica, pues… lo más esencial, que para mí no es suficiente. Se debería dejar de proyectar tanta teoría, ya que al fin de cuentas la gran mayoría, aunque conozca la norma, la incumple. Además, se debería meter más amor a las prácticas y, con ello, a la conducción a la defensiva, puesto que realmente en el campo esto es lo que puede evitar muchos accidentes: el poder maniobrar correctamente ante una situación de estrés o un mal movimiento por parte de otro conductor; esa al menos es mi visión según mi experiencia.
Inauguré mi moto con un par de caídas y sí, recién comprada, llegando a casa, tuve las caídas que más me dolieron, todo por ser las primeras y las que más pudieron haber afectado a la moto, que por suerte no fue tan así; solo provocaron algunos rayones en defensas, silla y uno pequeño en el mofle. El sector donde vivo tiene una inclinación un tanto pronunciada; hay dos vías para entrar a mi casa y ambas no son para principiantes. Mi mente lo sabía, pero yo siempre me he sentido como un doble de riesgo, así que me lancé sin pensarlo y, oh, vaya sorpresa, no pude controlar los 157 kg que pesa la moto y cuando fui a frenar, ya era demasiado tarde… ya iba deslizándome de forma lateral por toda la pendiente, que por suerte había un alambrado, del cual quedé sostenido porque a su costado hay vacío, tanto que la gente salió preocupada por mi estado de salud y cuando llegaron a levantarme, lo primero que expresé fue “la moto” y me levanté a pararla, jajaja; siempre es curioso, uno deja de importarle su integridad para aferrarse a lo material.
Las siguientes caídas que tuve, en su mayoría, fueron por peso y curvas; esa mezcla de ambas es letal cuando no se domina el motor. Por suerte, todas estas caídas sucedieron en un día, mismo del cual, al finalizar, terminé demasiado decepcionado, no lo puedo negar. Me fui a dormir pensando en si realmente había tomado la mejor decisión en cuanto a moto, ya que muchos me lo decían, que la moto era muy grande y pesada para mí, aunque mi visión era “quiero una moto para meter por cualquier lado y que no tenga limitaciones”. Y bueno, lo he conseguido. Después de esa noche fatalista, me levanté con dirección al trabajo y pude, con calma, tomar las rutas que más se me dificultaban, una y otra vez, hasta que por fin me acostumbré y ahora puedo hacerlo las veces que sea sin fallar.
Actualmente, ya llevo 250 km y, junto a mis amigos, he recorrido diferentes pueblos cercanos a la ciudad y, pues, no me arrepiento en lo absoluto de la moto. Se puede decir que: “hay motor, pero no piloto” (es un chiste entre amigos) debido a que mi moto es la más potente del grupo, aunque conmigo solo sale un 50% de su potencial. Aun así, mi conducción ha progresado considerablemente; puedo hacer mejores maniobras, mejor control y velocidad, por lo que la persistencia es importante. De ahí que uno no puede dudar de su intuición y qué mejor cuando la gente reafirma esos pensamientos cuando se quedan mirando mi moto y dicen “¿Esa la manejas tú?” Pues claro, jaja, soy bajo, pero domino esa bestia.
Para quien lea esto, debe tener en cuenta que es mi primera moto; quizás el cilindraje 200 no le parezca mucho a algún europeo, pero en nuestra colonia sí que ya es un cambio, cuando lo más normal es comenzar con un 125 o 150. Además, el CC después de los 201 sumas demasiados costos, por parte del SOAT (el seguro obligatorio), que en Colombia sí que es un cambio importante y del cual dependerá mucho para que una moto sea exitosa o no. Me explico: los precios para que vean la gran diferencia son: de 100 a 200 c.c.: $308.500 y de más de 200 c.c.: $830.100. Por lo que comprar una moto (que las he visto) con un cilindraje de 201 o unos cuantos números arriba es un poco absurdo, porque serán prestaciones similares o no tan suficientes como para decir “wow” por una gran diferencia de costo, de ahí que toca saber muy bien qué moto elegir.
En mi caso, la combinación por la que elegí mi moto fue:
- Marca reconocida (garantiza buena confiabilidad).
- Cilindraje medio con costes racionales.
- Repuestos no tan caros.
- Precio final razonable (no tuve que vender un riñón jaja).
- Segmento: esta es demasiado importante y misma que debe responder a la pregunta ¿para qué la quieres? En mi caso elijo tipo enduro porque pienso meterme por cualquier lado sin ningún tipo de limitación.
Creó que con esas características es suficiente para determinar qué moto sería la ideal para ti.
Yo en su momento no era tan amante de las motocicletas; de hecho, cuando mi grupo de amigos comenzó a adquirir motos, siempre me preguntaban lo mismo: ¿por qué no adquirir un motor? Yo siempre daba respuestas técnicas en cuanto al colapso de las vías en mi ciudad (cuestión que es real) y que realmente me preocupaba bastante mi seguridad, por lo que prefería siempre viajar seguro en el transporte público. Con el tiempo aprendí que necesitaba arriesgarme. Después de mi último rompimiento, entendí que debía ser “más libre” y precisamente un motor pudo suplir dicha necesidad: poder moverme internamente en el país sin problemas y así poder distraer mi mente.
Ahora lo he dicho, después de tanto: valió la pena y cada maldito peso.
Para quien quiera o le interesen los detalles completos de la moto, los anexo acá y algo breve que escribí antes de.