Fui victima de hurto en el metro de Medellín

Hoy tenía planeado un artículo muy diferente al que estoy redactando en este momento, desgraciadamente sucedió y acá me tengo que desahogar un poco.

Cuando piensas en hurto, te imaginas algo sacado de una película: que alguien se te acerque bruscamente y te coloque un arma en la cabeza, exigiéndote que le entregues todas tus pertenencias. Así es como yo también imaginaba que podría sucederme en algún momento de mi vida, y ya me estaba preparando para que la situación no fuera muy traumática. Sin embargo, lo que me sucedió hoy me dejó sin palabras. No sé ni cómo expresarlo, y de verdad que siento una vergüenza total.

¿Cómo paso? Tengo que comentar desde el principio: hoy 26/05/2023 en Medellín anda uno de los eventos musicales más importantes de las escena local y es el Altavoz, son de esos eventos patrocinados por la alcaldía local en donde salen a relucir las bandas de este territorio, principalmente bandas del género rock y sus derivados, por supuesto, cómo es un evento que solo se ve una vez al año no me lo podía perder y cada año he asistido sin problema alguno. En esta ocasión uno de los escenarios era en el parque de las luces, centro de Medellín, zona muy conocida en nuestra ciudad mayormente por la INSEGURIDAD y es que la probabilidad de que te roben en el centro de Medellín o aledaño a este diría que este entre 3 de 5, por lo tanto, estar allí y caminar por dicha zona es siempre andar alerta ante los acercamientos bruscos y demás (paranoia en un 300%).

Para colmo de todo esto, no me robaron en el centro. De camino hacia mi casa, iba muy normal en la estación San Antonio cuando de repente sentí un empujón, lo cual es común allí y más aún en zonas congestionadas, por lo que no le presté mucha atención. Según yo, todavía llevaba mi celular en mi bolsillo y mi mano estaba cerca de él, pero para mi sorpresa, cuando decidí sacarlo pasando por una estación posterior, ¡ya no estaba! Me sentí muy mal, parecía que me hubieran quitado media vida, ya que no importaba el valor del dispositivo, sino la información que tenía. No sabía cómo reaccionar, así que esperé bajarme en la estación más cercana para reportar el caso, lo cual me indicaron que debía hacer a través de internet y justamente eso es lo que he estado haciendo durante las últimas horas. He cambiado los accesos 2FA que, por supuesto, estaban en el dispositivo y he cancelado los accesos activos. En teoría, el acceso a mis diferentes aplicaciones sería difícil para ellos, pero existe la posibilidad de que puedan acceder utilizando algún método de fuerza bruta que rompa el pin de acceso o eluda la solicitud biométrica, lo cual es preocupante.

“En Colombia son hurtados cerca de 2.8 millones de celulares al año. Es decir, 2700 diarios, 112 cada hora. Durante los minutos que usted tarde leyendo este artículo, cerca de 10 personas habrán sido despojadas de su celular” Fuente.

Preocupante la cita anteriormente mencionada y es que, el robo de celulares es demasiado rentable en Colombia porque hay demasiada demanda del mismo, la gente tonta que prefiere comprar un celular de segunda mano de extraña procedencia con tal de ahorrarse algo de dinero, gracias a esos desgraciados el robo de celulares no para en Colombia. He de agregar que la cita puesta anteriormente es de hace unos años hecha por un medio de información local, puede que a la fecha esas cifras se hayan duplicado o que se, no encontré nada más reciente (3.300 al día según otro medio del 2022).

No sé cómo sentirme actualmente… fue una manera tan estúpida de ser robado que no se precisamente cómo reaccionar, por si las dudas, el método de hurto que me sucedió acá le llaman el “Cosquilleo”, sin importar en dónde cometan el delito, la técnica suele ser siempre la misma: valiéndose de aglomeraciones, obstrucciones o incluso, simulando riñas entre ellos, los delincuentes hurtan las pertenencias de los ciudadanos. Sin generar ningún tipo de intimidación o violencia, los victimarios aprovechan cualquier oportunidad, que la víctima esté distraída o que los elementos estén visibles, y se llevan las pertenencias de la persona que, en la mayoría de los casos, desconoce el momento preciso en que la robaron porque el delito se comete ágilmente.

En fin… más tristes historias ¡Cómo las odio! Suficiente tenía con lo que sucedió estos días con el servidor de Quey.la y ahora esto, por si fuera poco renovando el plan del Hosting de este blog el pago se efectuó 3 veces ¡tres malditas veces! Limpiando mi tarjeta por completo, por suerte, ya el equipo del soporte anda tramitando dicha solicitud de recuperación, espero que no tarden mucho porque ya ha pasado un día y mi dinero lo necesito devuelta ¿Qué hice para merecer tantas desgracias? Quiero desaparecer de este mundo, gracias.

Mi último deseo para el ladrón es: ojalá y en algún momento el destino lo enfrente ante la peor muerte, qué sea picado en pedazos y guardado en una maleta o que reencarne en una cucaracha por desgracid@.