Ya quisiera yo que la historia de está relación se hubiera acabado el día que publique el artículo “Aun siendo escéptico, caí en sus mentiras” pero no, está historia continuo y termino de la forma más desagradable posible, una de la que hoy vengo a comentar cómo proceso de superación y desahogo, eso sí, antes tienen que leer el artículo enlazado para entender este artículo y estar en contexto.
Durante los primeros días en que publiqué el artículo enlazado, la situación se mantuvo estable. La chica protagonista de ese escrito no se había pronunciado; las cosas se habían quedado ahí. La cuestión es que íbamos a seguir encontrándonos en el lugar de trabajo, una circunstancia que no iba a ayudar mucho en esa sanación, aunque siempre yo me destaco por la neutralidad. Por lo tanto, el primer día actué con indiferencia. Al verla en el trabajo, justo estaba yo en una llamada, por lo que evité saludarla, como si no existiera. Pero sí noté que ella me miraba, sonreía y esperaba unas palabras. De ahí a que reflexionara que no podía ser tan duro con ella y ser un poco más amistoso.
Al siguiente día pasé saludándola, aunque no recuerdo muy bien si fue durante la noche anterior o si fue después del saludo que nuevamente comenzamos a intercambiar mensajes. Fue algo inesperado. No me acuerdo cuál fue la situación por la que empezamos a intercambiar mensajes, pero ella sí se notaba aún con esa química y picardía por la que se caracterizaba, incluso me dijo que había leído el artículo que había escrito y que lloró bastante con él, por lo que me sentí algo mal y le dejé saber qué; Las partes fuertes realmente no las pensaba tal cual… esa era la inspiración del momento, así como ocurre con los libros de Gabriel García Márquez o cualquier otro escritor y más, cuando oculta su identidad tiene que cambiar algunos datos para no ser tan descriptivo. A lo que ella entendía y comentaba que, a pesar de todo, le gustaba bastante, incluso relató la parte en que mencionaba las cualidades de ella.
Renunciar al orgullo por amor
Sinceramente, no creí que las cosas fueran a más, aunque en esos intercambios de mensajes volvimos a tocar el tema de nuestra relación y su repentina “decepción”. Por lo tanto, yo, de forma más insistente, le hice saber que aún yo sentía algo por ella y ella igualmente expresaba lo mismo. De hecho, ella era la más picara la hora de escribir, expresando que sentía mucho amor, pero que tenía que olvidarlo porque no le convenía. A lo que yo efectivamente le replicaba que no era necesario que olvidara algo que sentía, que de hecho ambos podíamos luchar por que esa relación saliera a flote y se sostuviera; el éxito de trabajar en conjunto.
Llegó el momento en el que yo renuncié al orgullo por amor, era real lo que aún sentía por ella, por lo que le hice una carta de amor de casi dos páginas, en las que se la envié y le hice saber que esperaba una respuesta. Por lo tanto, pasando las horas ella me contestó que, las cosas se iban a dar, pero que teníamos que trabajar en conjunto para que eso se mantuviera, incluso con mi promesa de no ser tal “celoso” y “controlador” tal y como ella me describía… guarden esas palabras porque más adelante se quedarán con la boca abierta.
El día más feliz de mi vida
Llegando a este punto, la relación estaba en el mejor momento. ¿Quién dice el mejor? LO MÁS GENIAL QUE PUDE HABER SENTIDO. Ella realmente se notaba centrada en la relación, a toda hora intercambiábamos mensajes, nos hacíamos videollamadas, incluso se hacía ver preocupada por mí. Justo en esos días tuve la operación y lo primero que me expresaba era que tenía que tomar reposo y presentar la incapacidad a la empresa para poder tener ese descanso, cosa que no hice porque mi trabajo es mi terapia del día a día y sin él, mi mente puede jugarme una mala pasada. Y sí, ella parecía realmente enamorada, me dejaba detalles en el trabajo y yo igual.
Una montaña rusa de emociones
Llegando a este punto, las cosas se complican y el giro de la historia tomó un rumbo decepcionante, lean con atención:
Se llegó el domingo 10 de marzo. Ella se encontraba descansando y de turno, aunque nunca dejamos de estar en contacto, ella me había expresado que la habían invitado para un evento de música que originalmente iba de 14 a 17 (aproximadamente), por lo que yo estuve muy de acuerdo (a pesar de mis celos interiores). Aun así, habíamos quedado en vernos después del trabajo, justo después de que yo saliera del mismo, que sería tipo 17. Cuestión que pensé: ¡apenas es! Pero luego ella cambió el rumbo de la conversación, luciendo algo preocupada por mí. Me expresaba que no era necesario que yo fuera para estar bien con ella, que debía tomar reposo por el tema de la reciente operación y que no debía exponerme en esos lugares. Por lo que yo le insistía que iba a asistir, así cómo trabajara podía también estar en un lugar de fiesta y sí me sentía mal, pues me retiraba, a lo que ella confirmó que estaba bien.
La confianza me fue sumando cuando ella hizo una publicación en el evento y mi hermana le escribió que si la iba a invitar, a lo que ella lo discutió conmigo y me pareció una excelente idea. No dudé 2 segundos en decir que sí, a lo que ella dijo que no tenía problema en que mi hermana asistiera, por lo que mi hermana se organizó y pasada una hora ya estaba llegando al lugar del evento.
Todo parecía ir perfectamente. Yo salí de mi trabajo y no dejaba de intercambiar mensajes con ella. De paso a la zona le compre una chocolatina como un pequeño detalle y tomé rumbo en dirección al establecimiento que me quedaba a media hora de mi lugar de trabajo. Al llegar, me encontré con ella, quien estaba muy organizada. Se veía completamente hermosa; Fue el beso más apasionante… Lo hicimos tal y cómo si lleváramos mucho tiempo sin vernos. Por lo tanto, de ahí procedimos a ingresar al establecimiento donde se encontraba su amiga y mi hermana. Yo parecía un bicho raro en ese lugar, todos vestidos a la ocasión y yo de chaqueta oscura metalera con pintas de alternativo (no pegaba bastante), aunque aún así, hice lo posible para que ambos nos sintiéramos bien.
Durante esos momentos, yo era el hombre más feliz del mundo porque estaba con mi “pareja ideal” y ambos nos demostrábamos ese amor, estando bien acaramelados en el lugar. Incluso nos tomamos fotos en el sitio y ella rápidamente las subió sin importar que fueran a decir en el trabajo, debido a que ya sospechaban de nuestra relación pero nunca lo habíamos confirmado. De inmediato empezaron a llegar mensajes de todos los del trabajo y jefes sorprendidos de la situación. Y créanme que eso me sirvió como un punto de confianza ya que estaba confirmando a todos lo que nosotros teníamos, incluso a sus posibles “charlas”. Aunque una de esos mensajes sí me sorprendió y fue una de las jefes, debido a que nuestro trabajo es muy hermético con las relaciones del trabajo por lo que se lo hice saber y ella entró en zona de celos, cuestionándome si yo tenía algo con la jefe. Después de mucho diálogo y argumentación, pude volver a normalizarla de ese ataque de celos; las cosas volvieron a estar más tranquilas.
Se hacía cada vez más tarde y yo madrugaba al día siguiente por lo que le expresé que iba siendo hora de que yo tomara rumbo, aunque mi hermana iba a continuar tomando alcohol con ellas. De allí ella expresó que igualmente se iban a cambiar de evento para otro lugar donde las habían invitado, a lo que yo no tuve problema. De hecho, estaba la mitad de camino de donde yo vivía, por lo que recorrimos un extremo de la ciudad al otro. Durante el viaje éramos como la pareja ideal, despidiéndonos en el destino como si fuera la última vez que nos veríamos: “El mundo es un lugar horrible con detalles hermosos” – Suerte Campéon.
De ahí me fui a mi casa a dormir y se lo hice saber, que confiaba en ella por lo que me iba a desconectar.
La peor madrugada de mi vida
12:00 AM: Mi hermano comenzó a llamarme, expresando que en la casa estaban preocupados por mi hermana y que lo último que hizo antes de desaparecer fue enviarle la ubicación, por lo que él, verificando todos los bares de esa zona, no la encontraba y además, que le había parecido ver a mi novia con otro tipo por esos lugares, pero que al verlo se escondieron, por lo que me preguntaba si realmente éramos pareja. De inmediato le dije que pasaría por mi, tenía que ver las cosas con mis propios ojos.
12:30 AM: Insistía e insistía y este no me quería llevar por miedo a las peleas, finalmente lo convencí, llegó en su moto y me llevó.
12:59 AM: Llegué al lugar, por cosas del destino, en el primer bar en el que puse el pie sentí un mal presentimiento y decidí irme hasta el interior del mismo y ¿adivinen qué? Lo primero que observé es una mesa con mi hermana tirada en totalmente borracha sin consciencia y la chica que era mi “pareja” junto a un chico con el que ella había tenido su historia (un amante más) y con el que me había prometido que las cosas se habían terminado, pero ahí estaba el hijo de puta, quise reprimir cualquier reacción violenta y la cogí de una mano para que me diera explicaciones, de forma razonable le dije que quería hablar con ella, su cara de sorpresa no se hizo notar, parecía que había visto al diablo, expresó “¿Qué haces acá?” entre cielo y tierra no hay nada oculto fue mi pensar.
Logré entablar una conversación racional con ella fuera del establecimiento, a lo que de inmediato intervino el otro sujeto, expresando que cualquier cosa que hablaran tenía que ser con el presente, yo sorprendido me preguntaba el por qué y este expresaba que era su esposo (realmente era su amante que tenía antes de juntarse conmigo), justo en ese momento me pasaron muchas cosas por la cabeza, se me empezó a subir el demonio a la cabeza y las cosas se iban a colocar muy mal, me mandé la mano al bolsillo donde tenía el puñal y mi hermano también hizo presencia de por medio, la cosa se calmó cuando esta chica intervino y empezó a decir que ellos no eran nada, que realmente la pareja de ella era yo y le pidió que se fuera, este solo le replicaba “¿Entonces para qué me llamaste?”
Yo fui tan tonto que le iba a perdonar esa situación al observar tal reacción que tomó, pero si le pregunté en qué quedaba nuestra relación y me expresó las siguientes palabras más sin sentido que haya podido escuchar en mi vida: “Realmente lo nuestro no va a funcionar, tu inseguridad va a hacer que esto no funcione, me quedo sin palabras… No tenías por qué venir a buscarme“. Yo le insistía una otra vez que iba por mi hermana y encontrármela de esa forma no era algo muy a favor de ella.
La cosa quedó ahí, ella no quiso darle importancia a ello, me expresó “¿Te quedas o vamos?” a lo que le seguí la corriente, ella me cogió de la mano y me llevó adentro del lugar en el que bailamos un rato, pero era obvio que yo estaba molesto y pensé todo lo que había sucedido, por lo que le pregunté en más de cuatro veces en qué quedaba nuestra relación y ella solo expresaba “Lo nuestro no va a funcionar, no eres de estos ambientes” por lo que decidí llevarme a mi hermana hacia su casa, pedí un carro y nos fuimos hasta casi el otro extremo de la ciudad, ella sin consciencia y yo prácticamente llorando en el camino, en medio de ese trayecto ella recobró la consciencia y me comentó un poco lo que había pasado… Según lo que ella recordaba, es que después de que yo me fui, ella empezó a escribirle y a llamar a alguien por medio del celular de su amiga, luego se desapareció un rato y cuando volvió llegó con ese sujeto que yo vi y lo presentó como un hermano, de ahí las cosas se tornaron turbias ya que mi hermana expresó que ella perdió la consciencia cuando el empezó a servir las bebidas (presuntamente echó algo).
Fue el momento más decepcionante de mi vida, no dejaba de llorar… y eso que casi soy como un robot, para que me salgan lágrimas se necesita mucho, pero esa situación sacaba todas mis represiones, más que dolor, era rabia. No sé ni cómo recobré fuerzas, llevé a mi hermana a la casa de mis padres, saludé a mi madre aún en llanto, entregué a mi hermana y me subí a la moto de mi hermano y me volví para mi casa, en donde al llegar ya eran las 3:00 de la mañana, hice mi desayuno y me organicé para el trabajo (salgo desde las 4:00) … siendo un pésimo día emocionalmente, en donde mostraba al mundo qué estaba “bien” cuando realmente no lo estaba.
Frente a todo ello con esta chica, lo único que pude expresar, fue, por medio de audio, le dediqué las siguientes palabras (texto transcrito del audio tal cual, sin alteraciones):
“De verdad, **menciono su nombre completo**, usted pasó a ser la mayor bandida que yo haya conocido. No puedo creer cómo una persona sin apoyo y tal, y a quien se le brindan los mejores acercamientos, decide tomar las riendas de la vida de esa manera. La verdad es que no tiene coherencia alguna. Ni siquiera pensar en el tema de los hijos. ¿Cuál es el ejemplo que quieres dar a tus hijos? Y bueno, no quiero ser crítico ni hablar desde el resentimiento. Seré lo más neutral e imparcial posible. Pero tú, eres la mayor bandida que haya conocido. Y eso es lo que me has demostrado con hechos. Hechos que pude comprobar. Esas pequeñas excusas de que me iba a recuperar, que vendrían tiempos mejores, que no sé qué. Fue sólo para sacar al otro. Para ver a la otra pareja. Realmente no tienes ningún respeto por ti misma.
Incluso a mi hermana y demás se lo presentaste como el hermano, tras de que te desapareciste con él lo llamabas desde el celular de tu amiga y demás. De verdad que, uy no, su plan y su manipulación…no tiene otro nombre. Manipulación es el nombre, es el título. Porque… siempre quisiste hacerme ver que yo era el que tenía el problema. Por supuesto, para que me confundiera. Para sentirme yo culpable. Cuando eras realmente… tú, la que estabas supe posicionando una situación para quedar a favor y hacerme quedar a mí como el culpable, limpiarte tus manos e irte así de gratis.
Lo que eres es una falsa, una mentirosa, no tiene otro nombre, de una, claro, apenas me despedí y demás, apenas llegaste a la discoteca esa, te fuiste a escribirle a aquel sujeto para que se vieran, esa es la mayor porquería, incongruencia, no tiene otro nombre, no solo me estás engañando a mí, te estás engañando a ti misma, a sus principios, valórese, respétese, mírese la edad que tiene, empiece a tener eso en cuenta, sea congruente con su edad, créalas que su vitalidad no le va a durar dos, tres, cinco años más, si sigue con ese ritmo de vida lo que vas a estar es acabada y vacía, generando a tu alrededor vacíos, gente que te va a perseguir solo por sexo, por algo temporal, para la fiesta pero nada real. Eso igual a una basura. Y no lo digo con rencor, o bueno, un poco sí. Pero demostraste, porque lo pude comprobar, el nivel de bandida que eres. El nivel, es otro nivel. Es realmente algo asqueroso. Y lo peor es que pude confiar en ti.
Eso fue lo peor. Allí te he dado mi confianza. Y lo que más me duele es que el resto de la historia vale tres tiras de mierda. Pero la confianza, la lealtad que te di y te mostré, no se compara con nada más, y eso es lo que más me duele. De verdad, ese maldito juego en el que me metiste es una basura. Ese maldito juego. La vida es un camino largo y créeme que el karma te va a atacar, las cosas se devuelven acción/reacción se llama esa lógica, créame que así como lo hiciste riéndote, la vas a pagar llorando con esos resultados. La verdad no te deseo nada, te deseo lo mejor porque reconozco que eres una excelente persona y compañera de trabajo, pero a nivel personal eres lo peor. La mayor basura con la que me pude haber juntado alguna vez, porque creí en tus putas mentiras, en tus bazofias. De verdad, y gracias, porque ya me es un aprendizaje más de no volver a caer en malditos juegos.
En el tema laboral todo seguirá muy neutral e imparcial, me considero muy profesional en ese aspecto y serás una persona más del montón y punto, no pasará más allá y espero que lo consideres de la misma forma para mantener las cosas bien ese sentido, hay que separar bien las cosas. A pesar de que tus publicaciones van a levantar controversias y lo peor es que uno tiene que hacer frente, donde fuera tu la pareja ideal lo haría sin ningún problema, pero siendo un maldito juego de una noche si que es demasiado desagradable.
Así es la vida. Unos ganan, otros pierden y así sucesivamente. Esta vez perdí. Después no diré quién perdió. Y sí, mi hermana estaba muy mal. Muy mal. Dice que desde que llegó ese otro personaje perdió el conocimiento y otros, y que él era quien servía las bebidas. Mira, créeles, que si me entero de que hubo algo de por medio, o le echaron algo a esas bebidas u otras, esto se va a ir por otro lado y se lo dejo claro. En fin. Comparta el audio a sus amigas así como suele hacer, haga lo que se le de la gana, de usted no me espero más nada.
Y bueno, que tengas un buen viaje. Y gracias por todo; MENTIROSA BANDIDA”.
Transcripción del audio que le envie en ese momento de rabia.
Las cosas quedaron ahí… ella paso la incapacidad para no asistir a trabajar al día siguiente (incapacidad de dos días) y hoy, al momento que escribo el artículo, paso la carta de renuncia. Volvió a escribirme, recordando que las cosas se acabaron muy mal, de que no hay rencor y diciéndome que esperaba que no comentará nada de lo que había sucedido. Por lo que le desee lo mejor, aunque ella decía que esas no eran palabras sinceras, que no iba a agregar nada más porque las basuras no hablaban (tal y cómo la mencione más arriba).
Pasadas las hrs recibí una llamada de una de sus mejores amigas quién me cuestiono acerca de lo que había pasado porque ella le había expresado que gracias a mi la echaron del trabajo y que estaba buscando donde trabajar, por lo que le comente toda esta historia y ella se tomo el atrevimiento de decirme que, realmente sabía lo que sentía, que ella ya la conocía y por eso colocaba en tela de juicio lo que afirmaba, que no iba a cambiar y que ojalá la vida no la golpeara más fuerte, a pesar de sus deudas y problemas personales lo que decide es tomar malas decisiones.
Realmente todo lo que ha pasado con esta chica ha cambiado mi día a día y por eso he estado tan ausente de las redes, he quiero acabar con todo, pero acá sigo levantándome nuevamente.
Gracias por leer; estoy pendiente de sus consejos y correcciones. Saludos.
Vaya, lo siento y espero que te levantes de nuevo. Las relaciones siempre son complicadas.
Mucho ánimo!
¡Es cierto! Nunca uno saber cuál será la dirección correcta. Gracias por leer y desear ánimos.
Saludos.