Le pedí que se quedará y se fue

La partida inevitable

En la penumbra de la noche callada,

le pedí que se quedara y se fue,

sus pasos resonaron en mi alma herida,

dejando un vacío que ya no comprendí.

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Las estrellas lloraron su ausencia,

el viento susurraba su nombre en vano,

mis lágrimas se confundían con la lluvia,

en un mar de tristeza sin ningún arcano.

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El eco de su risa aún retumba en mis oídos,

como un eco lejano de tiempos felices,

pero ahora solo queda el silencio frío,

que me envuelve en sombras y cicatrices.

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Le rogué al destino que trajera su regreso,

pero el destino cruel me negó su luz,

ahora camino solo por este sendero incierto,

cargando el peso de un amor que se tradujo en cruz.

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Y así me quedo aquí, entre suspiros y recuerdos,

aferrado a la esperanza de un milagro imposible,

mendigando al tiempo que borre estos desvelos,

y cure las heridas de este corazón invencible.

Y sí… nuevamente vuelvo a escribir sobre desamor porque es cómo actualmente me siento. Más allá de los pensamientos y reflexiones, hay cosas que no puedes ir aplicando al 100%, debido a que las decisiones del corazón pueden ser más fuertes que cualquier sentido racional ¿Qué quiero decir? Volví con la chica de la cual me sirvió de inspiración para anteriores artículos de desamor, pero, como todas las segundas veces, no funcionó. Esta vez, nuevamente fue ella quien terminó las cosas, según y resumiendo bastante, “no quería seguir haciéndome daño”, ya que realmente el problema es ella y sus conflictos internos.

Qué estúpido fue pensar que esta segunda vez iba a ser diferente, pues… realmente fue bonito mientras duró. Al menos se terminó mucho mejor que la última vez, más en paz y en “buenos términos”. Aunque yo fui quien prefirió no dar respuesta debido a que considero que es innecesario, decidí realizar un “bloqueo emocional” porque la primera vez me dolió bastante, tanto que cuando vi la oportunidad de volver, agaché la cabeza humillantemente, siendo demasiado flexible con sus actitudes con tal de volver…

Si amas algo, déjalo ir

Esta vez mi escrito va centrado un poco más en la racionalidad por encima de lo emocional. Aquella chica también me lee, entonces prefiero evitar más heridas a su persona. Comprendo y entiendo qué es una persona rota, alguien con demasiadas heridas e inseguridades, mismas de las cuales yo traté de cerrar, de que cicatricen, pero nunca fue suficiente. Eso de querer ayudar a alguien que no se deja es una tarea suicida porque en el intento eres tú quien se va descomponiendo.

Tal y como dice ese dicho: “Si amas algo, déjalo ir”. Mientras escribo estas líneas, estoy haciendo una expulsión total de su persona en mi vida. Es hora de volver a mi “Prime” en seguir construyendo mi persona, en contribuir a mi crecimiento laboral y personal. Es hora de escucharme más a mí mismo y prepararme para cuando llegue alguien que realmente lo merezca, atenderle cómo se debe.

Decidí no cerrarme debido a mi nefasta experiencia porque aprendí que quien no sana esas heridas del pasado está condenado a herir y romper a quienes lleguen con buenas intenciones a su vida y es eso lo que jamás quiero ocasionar en alguien. Es una posición en la que estoy y en la que quiero no volver a caer o hacer pasar a alguien, es demasiado egoísta; un despropósito inadmisible, innecesario y poco ético.

Ahora, el dicho tiene otra parte: “Si vuelve, siempre fue tuyo”. Es una posibilidad en la que ya no creo debido a que fue tantos esfuerzos que hice para que se quedara, que el “intentarlo” nunca fue una omisión por mi parte. Incluso, me sentí hasta mal, fue cómo luchar todo este tiempo por una guerra que desde el inicio sabías que estaba perdida, aun así lo intenté. Por lo mismo, en este momento me encuentro con total estabilidad. Fui escéptico en todo momento de que las cosas fueran a salir bien libradas, más por el compromiso parcial de la otra persona.

En fin… en esta posición las películas cómo el romance en Forest Gump o la del Extraño Caso De Benjamin Button, música cómo los temas de Kevin Kaarl, Depresión Sonora, Margarita Siempre viva y otras, comienzan a cobrar demasiado sentido, cuando estás triste estos temas se convierten en un eco interior.

Dos temas de Crystal Castle que me describen en este momento y en el estado que quiero estar, evadido de la realidad: 1 / 2 anexo los enlaces debido a que los vídeos están configurados para solo visualizarse en YouTube, no funciona la inserción.

Adiós y gracias.

Imagen sacada de acá.

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