Todos los caminos llevan a Excel

Desde que estaba en la secundaria he escuchado este dicho: “No importa qué estudies, qué carrera escojas o el cargo que desempeñes, al final de todo vas a terminar utilizando Excel”. En su momento me parecía algo “raro” y actuaba con indiferencia porque, de manera ignorante, creía que Excel solo se enfocaba en el sector financiero. Pero no, no es así. Ahora es cuando procedo a explicar qué es Excel para quienes jamás han tocado este software.

Excel es una herramienta de Microsoft que permite trabajar con hojas de cálculo, donde se pueden organizar, calcular y analizar datos de manera fácil y rápida. Se utiliza para realizar operaciones matemáticas, crear gráficos, hacer presupuestos, llevar un control de proyectos o generar informes. Es muy útil tanto en el ámbito personal como profesional, ya que facilita el manejo de información y ayuda a tomar decisiones basadas en datos de forma eficiente.

Excel todo el tiempo

Ahora bien, en mi etapa laboral actual es donde he aprendido muchísimo sobre Excel y he desarrollado una relación de amor-odio con él. Para quienes no me conozcan, les explico brevemente que trabajo en una Central de Operaciones de una empresa de seguridad privada. Por ende, todo el tiempo es necesario ser muy proactivo y mantener la eficiencia al máximo para que nuestro punto central tenga un buen desempeño en toda la operación. Básicamente, somos la conexión entre el lado administrativo y el operativo, por lo que constantemente estamos atendiendo novedades y requerimientos. El tiempo es casi nulo, se vive en una contrarreloj, y de ahí que siempre se busque “innovar” con herramientas tecnológicas para que las tareas sean mucho más sencillas. Al menos en mi caso, he visto a compañeros que siguen un método de trabajo a la vieja escuela, con papel y lápiz, algo que respeto, pero no comparto (me parece poco práctico).

La situación es que se vuelve muy frustrante depender todo el tiempo de un mismo software, en este caso Excel, especialmente cuando mis valores filosóficos están orientados al Software Libre. Sin embargo, he llegado a desarrollar un “cariño” especial por él, porque, en este momento, considero que ninguna alternativa a Excel está a su altura. Aunque hay opciones que pueden servir como alternativas, a la hora de la verdad es como reinventar la rueda, ya que tienes algo “similar” pero que funciona de una forma muy diferente. Por eso, es poco práctico tener que aprender de nuevo cómo utilizar una herramienta “Y” cuando en “X” ya puedes hacerlo de forma decente. Esto es para quienes dicen que se puede invertir tiempo en las alternativas para hacer una migración total, pero no es tan sencillo, a menos que tengas demasiado tiempo libre y ganas de aprender.

Aunque Excel nos facilita la vida y hace que la gran diversidad de datos sea más “legible”, también creo que, de cierta manera, es una condena. Depender tanto de Excel puede ser agotador; ver tantas tablas todo el tiempo hace que el agobio y el rechazo hacia este software se conviertan en algo personal. Al menos en mi trabajo, estoy operando con al menos 10 hojas de Excel diferentes, y cada vez más los jefes suman nuevas. Para cada cosa quieren agregar una tabla diferente, lo cual ya empieza a ser molesto y, en muchos casos, resta productividad. Manejamos Excel para la programación de turnos de más de 80 puestos de trabajo, para el control de asistencia tanto del personal operativo como administrativo, para las revistas de supervisión, los reportes radiales, las claves de los diferentes NVRs que componen los CCTVs, el seguimiento de asistencia a puestos, entre otros. De ahí que mi objetivo, día tras día, sea intentar encontrar e impulsar alternativas en el trabajo que sean menos cansinas y realmente faciliten nuestras tareas diarias. Sin embargo, siempre me encuentro con dos obstáculos:

  • Encuentro la herramienta, pero no cumple completamente con las funcionalidades que se esperan. 
  • La curva de aprendizaje no es amigable para mis compañeros no técnicos. 

Al final, en la práctica, esto termina siendo un “tiro en el pie” (de forma graciosa, claro).

Hasta ahora creo que mi mejor aliado ha sido Notion para la gestión del conocimiento y la productividad dentro de esta Central de Operaciones. Y sí, ya sé lo que estarán pensando (¿y dónde queda el software libre al completo?). Al menos esa es mi misión: lograr integrar la mayor cantidad posible de software libre en mi día a día, incluso en mi trabajo, aunque a veces esto sea una integración agresiva para el resto de mis compañeros. En ese caso, he logrado un 50% de integración; el otro porcentaje no puede ser cambiado o la curva de aprendizaje representa un obstáculo para mis compañeros (sí, lo mencioné antes).

En cuanto a la gestión del conocimiento y la gran recopilación de información, al menos en mi ámbito personal, depende completamente de Anytype. Mi amor por ese software es tal que le dediqué un artículo propio. Sin embargo, tiene algo que espero que integren en el futuro: una versión online. Es lo único por lo que sigo utilizando Notion en mi ámbito laboral, ya que me permite dejar una pestaña del navegador abierta con una cuenta de trabajo y mis compañeros pueden hacer lo que necesiten en ese espacio. En Anytype no puedo hacer esto, ya que no tiene versión online y la división de espacios aún está algo verde. No me quiero imaginar invitando a alguien a tu espacio “laboral” y que termine viendo cosas inapropiadas (jajaja, es una broma :3).

Por lo tanto, este breve artículo tiene la finalidad de que, si aún no lo usas, aprendas a utilizar Excel, porque tarde o temprano lo vas a necesitar. Ya sea para gestionar tus gastos, llevar el control del combustible o registrar cualquier otro movimiento. Ahora, más que nunca, puedo confirmar el dicho que mencioné al inicio: básicamente, vivo para Excel, respiro Excel, y si te descuidas, te hago un par de columnas o unos gráficos bien bonitos, jajaja. No sé cuándo dejé de “jugar” a los videojuegos para preocuparme por que los registros en Excel estuvieran correctos… el tiempo se nos va volando. De ahí mi ausencia en el blog, de hecho, estoy escribiendo esto en la madrugada desde el trabajo, ¡y sí, soy un sísifo de la oficina!

Gracias por leer. Quedo atento a cualquier corrección o aporte a este artículo. ¡Saludos!

Imagen sacada de acá.

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