Durante este año he tenido una serie de lamentables sucesos amorosos. No sé por qué mi vida ha ido en total declive a raíz de dicha situación. Con el pasar de los días, de las personas, de los errores y experiencias, he ido corrigiendo cada uno de los puntos en los que creo que puedo estar fallando o haciendo las cosas de manera diferente, todo para evitar equivocarme futuramente con otra persona que llegue a mi vida. Aunque aun así, teniendo todo esto en cuenta, nada ocurre, nada mejora, todo sigue en su completa línea cronológica de caos y me está cansando, demasiado.
Generalmente, la gente me considera una persona «fuerte» mentalmente y sin sentimientos, cuestión no muy alejada de la realidad para todos los demás ámbitos en los que no tiene nada que ver con mi «amor» y forma de expresar el mismo. Es mi talón de Aquiles, cuando amo a alguien me olvido completamente de la lógica y la razón, paso a amar incondicionalmente, incluso cuando esa persona no sienta lo mismo hacia mí, cuestión que voy evidenciando con el pasar del tiempo. Hay acciones que son muy evidentes, pero cuando se está enamorado, las olvidas por completo, crees que es producto de tu sobre pensamiento, hasta que alguien o algo te da una cachetada para volver a la realidad y evidenciar lo mismo.
Amar sin ser amado
Hace unos días había escrito un sentido artículo contando mi lamentable historia en cuanto a mi última relación, misma que parecía seguir el ritmo de la anterior y que consideraba muchos factores, como el de mi culpa directa por escoger mal y realmente entregarme completamente a personas que no piensan recíprocamente, que evidentemente no sienten lo mismo. Es una maldita paradoja en la que, a pesar de que están físicamente y algo mentalmente, realmente su corazón está en otro lado o con otra persona; pasa a ser un amor no correspondido, “Amar sin ser amado”, una trágica realidad que ha sido plasmada a lo largo de la historia en diferentes formatos.
Llegué a un punto en donde creí que todo era mi culpa, los justificantes de estas chicas siempre reflejaban situaciones de inseguridad o acciones particulares que yo producía. Tanto era el caso que empecé a dudar en cada momento sobre qué palabras podía utilizar, qué movimientos podía o no hacer. Aun así, a pesar de ir minuciosamente, siempre tenía la culpa y terminaba disculpándome o pidiendo perdón por algo que realmente yo sabía que NO tenía la más remota culpa, pero la quería tanto… tanto que tenía que tragarme mi orgullo y admitir algo que no había cometido solo para que continuara conmigo; realmente no quería que se fuera.
Nada de lo que hiciera o dejara de hacer funcionaba, siempre terminaban yéndose.
¿Por qué?
¿Saben qué es un Creeper? Realmente es uno de los mobs más icónicos del videojuego Minecraft, distinguido por acercarse silenciosamente a los jugadores para luego explotar, produciendo la destrucción de algunos bloques a su alrededor y matar al jugador desarmado.
Y así es cómo me siento: todo este tiempo me he enamorado de chicas, de las cuales, a pesar de que me entrego por completo y les ofrezco mi amor incondicional, con mi mayor sinceridad, mi lealtad, mi respeto y demás, no consigo nada. Al final terminan explotando, acabando con todo lo que construimos para ese entonces y destruyendo lo que pudimos haber alcanzado, ser y hacer en algún momento; un fin sin retorno.
Llegaron a mi vida para destruirme, es lo que jamás entenderé, ¿por qué ese afán por llegar a la vida de una persona queriendo dar el cielo para luego retirarse dejando todo un infierno a su paso…? Es algo que intento comprender, pero no logro entender y, peor aún, intento que esto no afecte el juicio para juzgar al resto de personas y quizás a alguien más que se acerque, pero nada de eso. Me siento roto y quizás pueda estar afectando todo a mi alrededor; es una maldición de la cual no me puedo deshacer.
Es aquí donde invoco la célebre frase del streamer Xocas: “Pero la quería tanto… que daba igual porque 5 minutos con ella significaban 10 horas con cualquier otra persona”.