Aplicaciones que actualmente no me pueden faltar en Android

Corría el año 2022. Estábamos en pleno auge de aplicaciones alternativas, por lo que era bastante común entre hackers e internautas de la gran red comparar su paquete de aplicaciones: las más confiables posibles para enfrentar el día a día, tal y como si se tratase de una navaja suiza, teniendo la solución para cada caso. Para aquella fecha, poseía un Redmi Note 9S con Android 11. ¡Cómo pasa el tiempo! Actualmente estoy con un Redmi Note 12 con Android 15 ¡que, sí, me ha durado sus buenos años!, por lo que haré una comparativa entre el paquete de aplicaciones que solía utilizar en aquella época y las que uso actualmente (en referencia al artículo aplicaciones imprescindibles en Android).

Es curioso cómo con el tiempo uno no solo cambia de dispositivo, sino también de filosofía. Antes me centraba en buscar apps eficientes, ahora también exijo que sean libres, privadas y que no chupen mis datos como una sanguijuela digital.

Mensajería

En 2022 la comunicación giraba alrededor de Telegram y WhatsApp, aunque ya empezaba a coquetear con Signal. Hoy en día, el abanico se diversificó: WhatsApp sigue siendo inevitable, por una cuestión de contexto social, pero ahora lo acompañan apps que respetan mucho más la privacidad: Signal, o más bien Molly (una versión modificada que mejora ciertas funciones), Session, y SimpleX Chat, esta última funcionando sin números de teléfono ni servidores centrales. El cambio no es solo funcional, sino también ideológico.

Tiendas de aplicaciones

Google Play ya no tiene cabida. La sustituyó Droid-ify, un cliente ligero basado en F-Droid, que me da acceso a apps libres sin rastreadores. Para descargar APKs de la Play Store sin cuenta, Aurora Store hace el trabajo. Este combo me libera del ecosistema de Google, sin perder funcionalidad.

Redes sociales y noticias

Sin cambios aparentes, aun sigo utilizando Mastodon en baja medida (me cansaron las redes sociales). Antes abría portales de noticias, ahora todo lo recibo filtrado y directo a través de Feeder (RSS) y AntennaPod para los podcasts. La idea no es solo estar informado, sino controlar qué recibo y cuándo, sin algoritmos empujándome contenido basura.

Gestores y organizadores

La libreta y los post-its digitales ya no me sirven. Sigo utilizando BitWarden para gestionar mis contraseñas y Anytype como sistema de conocimiento descentralizado. Adiós a Notion, hola a la soberanía digital.

Ofimática y documentos

En 2022 probablemente usaba WPS Office o algo similar. Hoy tengo Collabora Office para visualización rápida, y OnlyOffice para edición más seria. Para escanear, OSS Document Scanner hace el trabajo sin molestar con publicidad.

Navegación web

Mull (actualmente descontinuado) me acompañó por mucho tiempo, pero desde hace un tiempo uso IronFox, un fork de Mull (a su vez fork de Firefox) mejorado en seguridad. Para traducciones, DeepL sigue siendo el rey.

Mapas y localización

Antes Google Maps, hoy Waze para la moto, Maps.me y OsmAnd como mapas secundarios. En estos, la idea es no depender de la nube ni compartir ubicación innecesariamente.

Multimedia y contenido

Reproductor sigue siendo VLC, insuperable. Para contenido tipo YouTube, uso NewPipe y PipePipe. Sigo huyendo de los anuncios. Tor Browser siempre está instalado para cuando quiero navegar desde las sombras.

Correo y calendario

En 2022 tenía cuentas GMail, actualmente sigo usando ProtonMail como principal, y Thunderbird con mi dirección personalizada como secundaria. Tutanota también entra en juego, especialmente con su Tuta Calendar, privado y encriptado.

Seguridad y privacidad

DroidFS se encarga de asegurar archivos sensibles, FlorisBoard como teclado libre y customizable. ProtonVPN y Proton Drive completan mi kit de privacidad. Todavía sigo usando “Mis Gastos”, una de esas joyas del software libre que aguantan el paso del tiempo para administrar mis finanzas.

Extras

Deku SMS para lectura de mensajes, Mega y MediaFire para almacenamiento, y el Siata para consultar el clima local.

Han pasado unos años, y mi navaja suiza digital ya no se ve igual. Cambió, maduró, se volvió más cautelosa. Ya no busco solo comodidad o diseño bonito, busco respeto. Respeto por mis datos, por mi tiempo, por mi derecho a decidir. Esta comparativa no es solo una lista, es una forma de ver el mundo digital que habitamos y elegimos habitar.

¿Qué proyección tengo para el futuro?

Les seré sincero: a todas mis terminales siempre les aplico el universal Android Debloater para retirar todo el bloatware, que viniendo de la marca Xiaomi llega por cantidades. Pero… ha tenido muchos pros y algunas desventajas que me han hecho reconsiderar mis ideas. Resumiendo bastante: he aumentado considerablemente mi privacidad, aunque le he restado usabilidad a mi dispositivo.

Hay aplicaciones, como las del entorno bancario, que no funcionan; aplicaciones de estilo corporativo y de oficina tampoco, lo cual me ha traído más de un disgusto al querer utilizarlas y no poder. Aunque el problema no es, en sí, la herramienta de limpieza como tal ni las aplicaciones libres, sino más bien el monopolio que tiene Google respecto a Android y su tienda de aplicaciones, donde todas deben estar verificadas por ellos. No aceptan aplicaciones de otras tiendas, aunque Aurora Store suele amortiguar esto. Últimamente, hay un módulo que detecta con bastante precisión si una aplicación proviene o no de la auténtica Play Store.

Tal cual: los servicios de Google (sí, hay una alternativa libre, pero suele tener retrasos para ponerse al día). Por eso, mi idea fundamental es recurrir a una marca que traiga menos bloatware de serie —y esa es Samsung—, para así poder dejar de lado esa “limpieza” innecesaria y continuar con la usabilidad que uno esperaría de cualquier dispositivo Android de última generación.

Por otro lado, intentaré mantener ese lema de “menos es más”: entre menos apps, mejor.

Gracias por leer, quedo atento a cualquier aporte y/o corrección. Además, también me gustaría leer cual es el pack de aplicaciones que tú utilizas en la actualidad; saludos.