En múltiples ocasiones, me he opuesto a la cancelación innecesaria por parte de ciertos colectivos hacia determinados proyectos, todo esto debido a acciones indebidas de sus autores, quienes, en ausencia de alguien que controle sus relaciones públicas, dejan mucho que pensar. Aunque una cosa no tendría que ver con la otra, ahí radica el dilema moral: ¿inquisición o justicia? Si bien es importante condenar las acciones inmorales o ilegales de un artista, esto no debería socavar el valor intrínseco de su obra. En algunos casos, la vida y el trabajo de un artista están tan entrelazados que resulta difícil evaluar una sin tener en cuenta al otro; sin embargo, es un desafío esencial separar la obra del artista para mantener la integridad del análisis crítico y evitar la cancelación injustificada de obras valiosas.
Básicamente con lo anterior resumo mi postura frente a este dilema que sigue estando muy presente en el ámbito del software libre y el Open Source. En la historia, tenemos ejemplos como la cancelación de Richard Stallman y sus proyectos debido a ciertas declaraciones personales polémicas, la controversia en torno al exco-fundador del proyecto Mozilla, quien más tarde creó Brave, y también las críticas a Linus Torvalds por su lenguaje agresivo. En otros casos, hemos visto boicots, como el de Ubuntu, debido a su relación con Amazon.
Otro de los casos que seguí de cerca fue el de Alex Gleason, un interesante autor que seguía en el Fediverso y que, en lo personal, lo concebí como el “Nemesis de Eugen”, el fundador de Mastodon o el doble malvado, debido a que son físicamente muy similares y ambos trabajan en desarrollar software libre. Sin embargo, en el caso de Alex, su cronología de controversias es grande, como el de tener relación con instancias/servidores grandes del Fediverso que albergan una gran cantidad de contenido cuestionable, como lo es Spinster (lugar de feministas radicales) y Poast, en donde la gente cree que la vida es un meme. Además, fue jefe de ingeniería de la aplicación Truth Social de Trump (¿la extrema derecha? ¡ja!). El caso es que el tipo ha sido vetado de muchas partes de las redes sociales libres, aunque su aporte a las mismas es innegable. Durante más de una década, se ha encargado de crear software para redes libres, inclusive entablando los puentes entre Nostr y el Fediverso. Además, su proyecto estrella, Soapbox, es el futuro de las redes sociales libres.
El tipo llega a ser tan inspirador con citas cómo: “Creer no es suficiente; No dejes que tus memes sean sueños. Trabajemos juntos para crear el futuro en el que creemos”.
Hubo un momento en que nos llegamos a seguir mutuamente, y incluso mi conexión con él me hacía estar en el ojo del huracán por parte de quienes querían cancelarlo. Sin embargo, es aquí donde reafirmo lo que comencé en este artículo: no es razonable cancelar todas aquellas obras grandiosas que han hecho del Fediverso y las redes sociales libres mejores, solo por las acciones de una persona que se cree el rockstar de la red. Sí… no supongan que fui gran amigo, el tipo siempre contestaba de manera un poco indiferente, pero es un genio.
Amarillismo
La inspiración de este artículo me surgió al leer la publicación de Business Insider, titulada “Jack Dorsey donó 10 millones de dólares a un proyecto dirigido por un desarrollador anónimo que resultó ser seguidor de un ‘gurú’ fascista”. Les resumo los clics y tener que leer tal artículo: me dejaron pensando en demasiadas cosas (mismas que me sirvieron de inspiración). Es allí donde hago hincapié en separar el arte del artista. Además, en casos como este, es innecesario resaltar tal hazaña. ¿Por qué? Literalmente, ellos mismos lo anexan. Palabras de Jack Dorsey: “Nostr no tiene junta directiva, ni compañía detrás, ni financiamiento”, dijo Dorsey en una entrevista con el medio Pirate Wires de Silicon Valley el mes pasado. “Es un protocolo verdaderamente abierto. El entorno de desarrollo avanza rápidamente. Y les di un montón de dinero”. Ahí está la respuesta: es un protocolo sin un control central, por ende, no afecta que dicho individuo se vea involucrado en x o y situación, ya que no debería producir algún cambio en la operación del proyecto.
Algo de este artículo que destaco que no me parece correcto , es qué los mismos medios sacaron del anonimato al fundador de Nostr… ósea, no le permitieron mantenerse al margen en cuanto a su verdadera identidad, en esto si me parece una falta terrible.
“Business Insider identificó a Parra examinando versiones archivadas de un sitio web de una empresa de desarrollo de software creada por Fiatjaf que revelaba que la persona detrás de la empresa también era el operador de un albergue en el sureste de Brasil. El sitio web del albergue indica que es operado por Parra, y las reseñas de Fiatjaf en Google Maps indican que pasa tiempo en el vecindario donde se encuentra el albergue. En la cuenta Github de Fiatjaf, la licencia de algún software escrito por Fiatjaf está asignada a Parra. BI también encontró una copia de la tesis universitaria de Parra, que coincide con los detalles que proporcionó a Forbes en una entrevista de 2023 . La revista acordó no revelar su nombre real y se refirió a él únicamente como Fiatjaf”.
Incluso hicieron la aclaración de su título:
“Corrección: 7 de junio de 2024: debido a un error de edición, el titular original de esta historia indicaba erróneamente el destinatario de parte de la financiación de Dorsey. Como señala la historia, Parra recibió 14 bitcoins por un valor aproximado de 245.000 dólares directamente de Dorsey. Los $10 millones restantes se destinaron a un comité de la Iniciativa Open Sats que Parra ayuda a liderar”.
En sí, para finalizar, es un excelente artículo que sirve de ejemplo para tal dilema. Quedo atento a cualquier revisión o aporte; saludos y gracias por leer.