En la sociedad del cansancio siempre tenemos una razón o excusa para faltar a una cita, posponer un evento o en sí, no realizar x actividad. “La sociedad del cansancio” es un libro escrito por el filósofo surcoreano Byung-Chul Han. El libro se centra en la idea de que vivimos en una sociedad del rendimiento en la que no hay lugar para la negatividad; llevamos nuestro cuerpo al límite para alcanzar todas las metas que nos proponemos, lo que conlleva al agotamiento extremo.
Han argumenta que este ritmo de vida se traduce en trastornos neuronales de todo tipo como la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o el síndrome del trabajador quemado.
A pesar de que este modo de vida tiene contraindicaciones demasiado evidentes, es gracias a lo mismo donde se encuentran los resultados de progreso. Es fácil observar la diferencia entre culturas para darnos cuenta de ello, también perdemos de vista cómo estamos organizados y cómo optimizamos nuestro tiempo. Aquí, en Colombia, hay algo que me molesta bastante y que me inspira a crear este artículo: el desorden al realizar diferentes actividades y, obviamente, el tiempo que conlleva.
Colombia es uno de los países con más festivos/feriados en su calendario, por lo que es normal ver muchos «puentes» en las programaciones laborales. Esto es bueno a nivel personal, ¿quién no desea más descanso y trabajar menos? Aunque a nivel de productividad es fatal, es allí donde se posponen labores día tras día. Con ello es que se ve el «relajo» de nuestra cultura; aquí es normal que alguien te diga “te llego en un momento” y realmente no haya un tiempo estimado de cuánto se demorará tal persona, o que te digan “Si algo voy” es casi en el 99% de las posibilidades que dicha persona no asista. ¿Van entendiendo a qué me refiero? Si aquí te dicen “en 5 minutos voy”, no crean que realmente son 5 minutos. La estigmatización del tiempo aquí es algo muy curiosa. Avisar a un compañero o a la empresa sobre un percance en el camino, ejemplo: “voy a llegar un poco tarde” se traduce en realmente llegar 1 hora después y no un «poco», por ello cuando estés esperando a alguien en Colombia y te diga “ya casi estoy listo”, es porque realmente apenas va a comenzar a organizarse.
Realmente es eso lo que me molesta a nivel general y, por lo mismo, es por lo que he discutido tanto con amigos y familiares. Me parece una forma descuidada de no aceptar una responsabilidad y simplemente seguir un patrón de pereza. Mi vida cambió radicalmente durante y después de pasar por el Ejército. Allí, el tema de la organización y la disciplina se promueve a toda costa. Aquí es donde más cobra sentido el título y es que fuimos programados para aceptar que todos los días eran lunes. En el Ejército, no existen los días feriados, los fines de semana y demás. Eso en cuestión de posponer actividades, nada de eso. Los fines de semana, por lo general, en el Ejército se componen de dos formas: sábado de aseo y mantenimiento para pasar a un domingo de visita (si estás en batallón). Aunque en el área de operaciones, independientemente del día que sea, tienes que cumplir si o si la misión constitucional que se fue impuesta, no importa que cumplas años, no importa que llueva, no importa NADA y eso es justamente lo que aprendí.
Normalmente, cuando voy a entrenar o quedo de salir con alguien, de la gente común que no tiene ni idea de compromiso, suelen salirme con ese tipo de excusas inútiles. Por ejemplo, si le escribo a un amigo con el que suelo entrenar, usualmente responde: ‘Hoy el clima no está bien’, ‘Hoy sábado no es día de entrenar’, ‘Hoy martes es día de X’, ‘Jueves mi mamá cocina pollo’. ¿Me hago entender? Son excusas para justificar la pereza. En mi caso, suelo ser como la personal que se menciona en la “sociedad del cansancio”. Siempre activo, exprimiendo a más no poder mi tiempo para desarrollar todas las actividades que se me crucen en el camino. Bueno, en general, el compromiso lo respeto a toda costa y no creo que a mi actual edad haya algo que me haga cambiar de opinión.
La conclusión es clara, si eres comprometido no habrá excusas para justificar tu pereza, no tendrás que andar posponiendo actividades siempre por x situaciones, no serás la persona del clima, de los contratiempos; hay que cambiar esa mentalidad inservible.
Y gracias.