De Kubuntu pase a KDE Neon y de allí a LMDE 6 ¿Qué sucedió?

El título puede llegar a hacer algo confuso, más por la terminación. Por ello, quise escribir un artículo desde hace mucho tiempo sobre mi actual sistema operativo y cómo llegué a él. Eso sí, no sin antes haberlo probado durante bastante tiempo para tener la propiedad de decir por qué considero que es mi favorito y le doy el visto bueno para permanecer en mi máquina en producción.

Es irónico los giros que puede llegar a dar la vida. Uno de ellos es que te devuelva al punto inicial desde el que partiste. Es que, antes de las distribuciones mencionadas en el título, yo andaba en LMDE 5. No tenía absolutamente ningún problema con ese sistema operativo, de hecho, escribí un artículo para aquel entonces alabando tal sistema. ¿Y entonces por qué me fui? Uno en ocasiones es tonto y la estabilidad me cansó. Ver día tras día cómo la distribución seguía igual sin cambios aparentes me hizo querer ir más allá y explorar otros espacios. En el que se notara el ‘desarrollo’ activo. Además, contaba con buenos recursos en mi ordenador, justo como para lanzarme a un sistema que lo requiriera.

En resumen:

• Mi permanencia en Kubuntu: Realmente fue una distribución bastante agradable. El ser la primera vez en experimentar con el escritorio KDE Plasma me hizo alucinar. Es un escritorio demasiado completo y hermoso. Podría decir sin temor a equivocarme que es el más innovador de GNU/Linux. Se nota el compromiso de los desarrolladores y su comunidad. Pero después de haber pasado casi un año allí, todo se fue viniendo abajo… y no entiendo por qué. Incluso también le dediqué un artículo en su momento, pero ahí estaba, con actualizaciones fallando, actualizaciones del sistema sin verse efectuadas y lo que más me daba dolor de huevos era ver cómo el resto presumía las actualizaciones de su nuevo KDE Plasma y yo aún me quedaba cómo 5 versiones atrás y no entendía. Por más que actualizará repos o forzará la actualización del sistema/salto del mismo, no lo lograba… De ahí pensé: ¿Qué hago en Kubuntu si hay muchas más con KDE Plasma? Y migré.
• Mi permanencia en KDE Neon: Para quienes no son aficionados al escritorio de KDE Plasma o conocedores de la historia sobre ambas distribuciones puede haber mucha confusión entre una y otra. Cuestión que también me pasó a mí y cuando fui a leer a diferentes medios acerca de las ‘diferencias’ lo que hacían era confundirme aún más. Por lo tanto, les explico en breves letras: Jonathan Riddell, fundador de Kubuntu, tuvo malentendidos con quienes soportaban el proyecto, en este caso Ubuntu, y de allí decidió crear a KDE Neon, siendo también una derivada de Ubuntu LTS con la diferencia de mantener siempre el software de KDE al día (y por supuesto su independencia) ¿Brevemente, verdad? Me demoré más agregando esta introducción que posiblemente comentando mi estancia en la distribución, en donde no duré una semana. Tuve muchos fallos y bugs que me hicieron irme, aunque lo peor de todo fue perder una carpeta cifrada bajo su opción ‘vaults’ con casi 8 GBs, de la nada, porque sí, el desarrollador solo pudo agregar en Github que desconocía el problema.

Si funciona, no lo toques

Este dicho ha cobrado mucho sentido en diferentes áreas, aunque en la informática es donde más lo he puesto a prueba y empíricamente lo he comprobado, es efectivo: si algo funciona, es mejor que no lo toques o debes esperar las consecuencias.

¿Cómo voy con LMDE 6? En primer momento nunca debí abandonar LMDE y experimentar cosas «nuevas», a pesar de que Cinnamon es un escritorio muy «estático», es demasiado funcional y cumple con su cometido. Eso hay que apreciarlo, a pesar de que me trae recuerdos a Windows 7 ja ja, en fin, el caso es que recién lanzado se pudo apreciar con las siguientes novedades: impulsado por la versión de Debian 12, Kernel Linux 6.1, Cinnamon 5.8.4, qué mejoró cosas como compatibilidad con gestos para la gestión de ventanas, mejores controles multimedia y de mosaico de ventanas, gestión mejorada del espacio de trabajo y más. Agrego: se destaca que aún soporta los 32 bits (de los pocos sistemas que aún lo hacen) y su integración con flatpak es fenomenal.

Realmente, más allá de la actualización del sistema y todos sus componentes, hay algo aquí que hay que destacar y por lo que uso LMDE en vez de Linux Mint normal con base Ubuntu y es precisamente para evitar que Canonical, la matriz de Ubuntu, sea quien «lidere» la comunidad con sus imposiciones absurdas con más de un desacierto a la espalda que parece que con cada año se aleja cada vez más de la comunidad. En algún momento leí a alguien describir: “fuck Linux Corp”, por lo que en algún momento verán a LMDE siendo el principal sistema de Linux Mint. De momento mi pensamiento es claro, no me iré de LMDE 6.

Gracias por leer.